Que fácil seria
viajar a otros mundos, a otros lugares no pisados nunca antes.
Los recuerdos
seguirían vivos, muy vivos, pero la mirada se posaría en nuevas imágenes no
compartidas.
La distancia,
dicen que es el olvido, no, no lo creo, simplemente ayuda a pensar con objetividad, a sentir nuevos olores, a descubrir nuevos rincones, probar nuevos
sabores…
La nostalgia
aparecería rápidamente, pero… ¿a caso no la sentimos aquí?
Cuando pienso
en estos seis últimos años la impotencia y el dolor me invaden. No sabemos lo que
realmente podemos soportar hasta que nos toca hacerlo, pero no significa que
seamos más o menos fuertes, simplemente es cuestión de aceptar, no hay más.
Cuando oigo hablar de resignación, me indigno; no me resigno, acepto lo
irreversible.
Continuar hacia
delante, sí, no queda más.
“La vida sólo puede ser comprendida mirando hacia atrás, pero ha de
ser vivida mirando hacia adelante. “ S. Kierkegaard
No hay comentarios.:
Publicar un comentario